Читать книгу ¿Cuánto vale una vida?. Lección inaugural en el Collège de France онлайн

9 страница из 12

Aquí también resulta notable su impronta en el abordaje del tema pues, como pocos, Fassin complementa el trabajo etnográfico –que deviene narrativo– y la rigurosidad teórica. Siempre en la mejor tradición de una literatura de no ficción cuya forma literaria resulta eficaz, compleja, reveladora para comprender al otro. Además, desarrolla un profundo bagaje conceptual cuyo alcance va más allá del nicho experto, y gana nuevos lectores.

En su artículo “Why ethnography matters”,[5] Fassin explicita lo que sus lectores descubren con fruición: “Abrir la etnografía a un público más amplio sin perder sus refinamientos y complicaciones fue, por tanto, una tarea delicada. Implicaba asociar historias con desarrollos analíticos y vincular la teoría con materiales empíricos. También incluía opciones de legibilidad más técnicas”.

En los intersticios de la obra de Michel Foucault, Fassin encuentra y crea una noción, la de “biolegitimidad”, como una suerte de contrapunto al término “biopoder”. “Hablar de biolegitimidad en vez de biopoder es hacer hincapié en la construcción del significado y los valores de la vida en lugar de insistir en la aplicación de fuerzas y estrategias para controlarla”, señala.[6] Ese despliegue deja en claro que en esta visión que profundiza sobre el valor de la vida, las herramientas del biopoder, como las estadísticas, son insuficientes. Las mujeres, por ejemplo, viven más que los hombres, pero “son menospreciadas, se las discrimina y, a veces, se las violenta; sus derechos formales no siempre son reconocidos y, cuando lo son, no se los respeta”, según reseña en la lección inaugural. No puede equipararse longevidad con calidad de vida, factor “perceptible en términos de autonomía, emancipación o realización personal”. El tiempo por el cual transcurrimos puede ser, también, miserable, indigno o sufriente.

Правообладателям