Читать книгу Un mundo made in China. La larga marcha hacia la creación de un nuevo orden mundial онлайн
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En tercer lugar, China concede gran importancia al desarrollo de la educación, la ciencia y la tecnología. El número de mano de obra bien educada sigue creciendo y el avance de la ciencia y la tecnología también se está acelerando. Esto hace que la dependencia tecnológica de China de los países desarrollados se reduzca gradualmente; los países latinoamericanos no prestan más atención a la educación que China. La tasa de migrantes laborales altamente calificados desde los países en vías de desarrollo se ha mantenido alta durante mucho tiempo, por lo que les resulta difícil reducir la dependencia tecnológica de los países capitalistas avanzados. En cuarto lugar, China se ha dado cuenta de los riesgos potenciales de la excesiva dependencia de los mercados de los países desarrollados a principios del siglo XXI. Por lo tanto, ha promovido activamente la iniciativa internacional One Belt One Road y ha fortalecido continuamente la cooperación económica con los países en desarrollo, reduciendo así gradualmente su dependencia de los mercados de los países desarrollados. Algunos países latinoamericanos han seguido un camino diferente, reactivos a ciertos esquemas de cooperación económica con otros países en vías de desarrollo e incluso a la apertura de sus mercados, lo que según muchos ha dificultado reducir aquella dependencia del mercado de los países centrales. Además, ante su alto grado de dependencia y los muchos problemas que ello conlleva, los países latinoamericanos no han sido muy activos, mientras que China ha demostrado una firme determinación para deshacerse de su gran dependencia de los países desarrollados mediante acciones deliberadas y prácticas.