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Agradecimientos

Tradición y deuda ha tenido una larga gestación. Comenzó como un experimento pedagógico en un curso de posgrado, cuyo objetivo era mapear un campo tan amorfo y discutible como el del “arte contemporáneo global”. Enseñé mi primer seminario de posgrado sobre el tema en Yale en 2009, y el segundo en el Instituto de Bellas Artes de NYU, como Kirk Varnedoe Professor, en 2010. Ofrecí un curso de grado sobre arte contemporáneo global en Yale en 2012, pero los argumentos que sostengo en este libro finalmente se concretaron en un seminario en el Centro de Graduados de CUNY en el otoño de 2015. Ahí enseñé otro seminario sobre “El ready-made global” en el otoño de 2018, cuando ya estaba a punto de terminar el libro. Estoy profundamente agradecido con todos los estudiantes que participaron en estos cursos. Sin ese compromiso, esa generosidad de espíritu e inteligencia no hubiera podido escribir este libro. El proyecto fue impulsado por una invitación de Timothy Barringer, mi antiguo colega de Yale. Estoy enormemente agradecido por la confianza que Tim tuvo en mí, y por su vivaz e incisiva respuesta a los primeros borradores de los dos primeros capítulos. Otra comunidad de colegas fue absolutamente esencial para este libro: va mi profundo agradecimiento para mis amigos, dedicados e intelectualmente intrépidos, del Comité sobre Globalización y Cambio Social del Centro de Graduados de CUNY. Si he podido captar, en alguna medida, la dinámica de la globalización, eso se debe a esos cinco años de conversaciones semanales con ellos. Agradezco a todos los participantes y becarios del Comité, pero especialmente a Gary Wilder, Susan Buck-Morss, Duncan Faherty, Herman Bennett, Julie Skurski, Joan Scott, Mara De Gennaro, Uday Mehta y Michael Gillespie. Encontré con ellos el tipo de comunidad intelectual que siempre había buscado en la academia. Claire Bishop, miembro del CGSC y colega en el Programa de Doctorado en Historia del Arte, me ofreció comentarios generosos y rigurosos, así como discusiones que han sido invaluables. Entre mis otros excompañeros de ese programa agradezco a Romy Golan, Anna Indych-López, y Rachel Kousser. Estoy especialmente agradecido con Lucien Castaing-Taylor, mi colega en el Departamento de Arte, Cine y Estudios Visuales de Harvard, por su lectura atenta del texto y sus sugerencias editoriales, brillantes y desafiantes, muchas de las cuales he incorporado.

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