Читать книгу Psicoterapia breve psicoanalítica. Una experiencia de psicoanálisis aplicado. Clínica y teoría онлайн

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2.2. Conceptos técnicos en función del terapeuta

1 La atención flotante. Como es sabido, la actitud del terapeuta de atención flotante sería la contrapartida de la asociación libre del paciente. Pero, como en aquella, conviene matizarla en su aplicación a la PBP. Es decir, que también viene determinada por los dos factores centrales, la focalización y la limitación del tiempo. En primer lugar, el terapeuta tiene presente el área de conflictos diagnosticados en las primeras entrevistas como lo que ha de ocupar básicamente su atención. Sin embargo, está abierto a todo lo que el paciente aporte en las sesiones. Qué duda cabe que ese tipo de escucha no deja de ser un tanto selectiva, lo que lleva al terapeuta a desoír consciente e inconscientemente parte del material que no se corresponda con lo focalizado.Pero una de las aportaciones básicas del psicoanálisis al desarrollo de las técnicas psicoterapéuticas es la de un determinado método de observación de los hechos que se le ofrecen por parte del paciente mediante su comunicación. Este método estriba en la atención flotante. ¿Qué se quiere decir con ello? Suspender toda la atención del terapeuta de cualquier otra cuestión que no sea lo que aporta el paciente. Ese estado de la mente del terapeuta es el que propicia una mayor receptividad de los fenómenos mentales de aquel, sin que queden demasiados contaminados por sus ideas preconcebidas o sus prejuicios, u otras presiones del entorno inmediato del paciente, o de la escuela teórica de pertenencia del profesional.De manera que la actitud del terapeuta de «atención flotante» requiere de una cierta disciplina mental, un esfuerzo considerable. Aunque en la PBP, y en toda psicoterapia de objetivos limitados dicho estado mental queda restringido, como hemos dicho. Y por tanto deberíamos hablar de una atención flotante relativa, en el sentido de que aún manteniendo una atención preferencial respecto de los problemas que hemos considerado centrales con el paciente, ello no sea obstáculo para escuchar todo aquello que el paciente trae a la sesión. En realidad, diríamos que el terapeuta de PBP necesitaría ser capaz de un cierto grado de disociación instrumental, es decir, al servicio de su técnica. Por un lado, puede escuchar todo aquello que el paciente le hable. Por otro, tiene disponible, en «stand by», las cuestiones que se han focalizado o que se consideran centrales de los conflictos del paciente.

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