Читать книгу Cara a cara con el diseño. Por el progreso del diseño gráfico y de la sociedad онлайн

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Mentalidad que empezó siendo de artistas, pasó a la de oficio, operador y tiende a funcionario del aparato.

Paso por alto los esfuerzos pioneros, iniciativas y logros que escapan a esa estructura no para negarlos, porque son tan reales como los otros. Pero esos esfuerzos, que son bien explícitos de su oportunidad, necesitan ampliarse, cohesionarse y propagarse. Y asimismo absorber esta necesidad de hacer progresar entre todos el diseño. No el diseño por el diseño, sino para que él contribuya al progreso de la sociedad hacia la búsqueda de un mundo mejor, al que algo podemos aportar.

La reflexión y el análisis de lo que es posible hacer para esos objetivos deberá tener en cuenta, como he sugerido más arriba, las posibilidades de la propia disciplina, ¿hasta dónde se puede llegar? Y asimismo, deberá tener presente la máxima de Labeyrie: «Cuando no se encuentra solución en una disciplina, la solución viene de fuera de la disciplina».

Desde la empatía con las necesidades de una sociedad desencantada y aterrorizada, que sin embargo aspira —y necesita— a adquirir conocimiento, cultura, educación, ¿qué puede hacer por su parte el diseño gráfico? Este es el planteamiento.

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