Читать книгу El pensamiento crítico desde Sudamérica. Tres años de "Huellas de Estados Unidos" онлайн

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Pero en el breve tiempo transcurrido entre el acercamiento al gobierno de Canadá y la llegada de la ocupación militar, los hermanos Disney establecieron una relación que habría de resultar en la apertura de nuevas e inesperadas vertientes para su trabajo cinematográfico. El miércoles 30 de octubre de 1940, Roy Disney tuvo un almuerzo con John Hay “Jock” Whitney y Francis Alstock, colaboradores de Nelson A. Rockefeller en la OIAA. En esa primera reunión se le preguntó a Roy Disney si su estudio podía introducir temáticas latinoamericanas en algunas de sus producciones. Walt Disney fue más allá y tras negociaciones conducidas durante la primavera de 1941, un acuerdo tentativo fue alcanzado: el estudio iba a recibir financiación para producir una serie de doce cortos con esas características en un período de dos años.

En los primeros meses de 1941, los guionistas de Disney comenzaron a investigar sobre Latinoamérica. Pronto comenzó a planearse que Walt y algunos de sus artistas complementaran su investigación con un viaje en persona para registrar impresiones sobre la región. Hubo acuerdo en que Walt debía tomar todas las precauciones posibles para evitar torpezas como las cometidas por otras figuras públicas estadounidenses que ya habían participado en giras de “buena voluntad” como parte del viraje a una política de “buena vecindad” en la década anterior. Para empezar debía evitarse la identificación pública con la OIAA o con cualquier otra agencia del gobierno. En su lugar, Walt sólo se presentaría a sí mismo como un artista reuniendo material de investigación para sus filmes. Finalmente, los viajes concretados fueron tres y la información reunida se utilizó en las diversas producciones a las que haré referencia a continuación.ssss1

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