Читать книгу Por un futuro rural. Innovación, renacimiento rural y nuevos itinerarios de desarrollo en la Argentina онлайн
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No obstante, si se adoptan criterios más amplios, tal como lo planteamos en este libro, podemos afirmar que la Argentina es un país mucho más rural de lo que señalan las estadísticas oficiales de población, sea por el tipo de espacios predominantes, por las formas de vida, por las formas de relación con la naturaleza y con el campo en general. Sin embargo, es muy difícil validar en términos cuantitativos esta afirmación ya que el país no cuenta con criterios y métodos de clasificación territorial que permitan dar cuenta de la gran diversidad de tipos de territorios rurales, tal como lo han hecho otros países y muy especialmente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).2 No obstante, y en un intento de simplificación y a los efectos de este trabajo, planteamos dos escenarios alternativos de definición de lo rural, complementarios al escenario demográfico oficial, que ubica a la Argentina como un país netamente urbano.
Un escenario alternativo plantea que si se considera como rural tanto a la población que vive en forma dispersa en el campo como a la que habita en localidades de hasta 10.000 habitantes ubicadas en un contexto rural, cuyas economías y dinámicas se vinculan con la producción primaria, y las industrias y servicios asociados a ellas, y en un estrecho contacto con la naturaleza, la población rural llegaría a los 6,5 millones de habitantes (el 16% de la población total). La adopción de este criterio permite incorporar un conjunto importante de localidades (pueblos y pequeñas ciudades según los criterios del Indec) que son claves en la organización y la dinámica de los territorios rurales.