Читать книгу Por un futuro rural. Innovación, renacimiento rural y nuevos itinerarios de desarrollo en la Argentina онлайн

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Sin abandonar totalmente el criterio demográfico, pero con una mirada más amplia de la realidad territorial, se puede revertir entonces esta idea de que la Argentina es un país urbano, y reconocer que se trata de un país mucho más rural de lo que las estadísticas oficiales plantean. Nuevas estrategias de definición y clasificación territorial, similares a las planteadas por la OCDE, y que tengan en cuenta la nueva relación campo-ciudad, permitirían mejorar este enfoque, dando cuenta de la complejidad territorial de la Argentina.

3. Los desequilibrios económicos y productivos

El desequilibrio demográfico se acompaña de un profundo desequilibrio en el producto bruto interno (PBI) y el empleo. El PBI de la Argentina, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), a 2018, alcanza aproximadamente los 400.000 millones de dólares, lo que la ubica en el tercer lugar en América Latina. La administración pública, la defensa, la seguridad, la educación y otros, junto con la intermediación financiera y el comercio, alcanzan aproximadamente el 56% del producto. El sector secundario participa con el 17 % del PBI. En él se destacan la producción de automóviles, químicos, textiles y alimentos, y la producción metalúrgica y siderúrgica. La agricultura y la forestación representan menos del 10% del PBI, pero la mayor parte de las exportaciones (figura 6). Mas, como se dijo anteriormente, un elemento distintivo del producto bruto y el empleo es el fuerte desequilibrio, tal como lo presenta la figura 7. En términos absolutos, nuevamente es la región pampeana –en particular, la ciudad de Buenos Aires– la que tiene el mayor peso en la economía nacional.

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