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LA MASA Y EL ZOMBI
Regresemos por un momento a 2011, el año que clausura la década objeto de nuestro estudio y a las masas de zombis que, en el cine, invadían las calles y las plazas. Lo sorprendente del asunto no era que las masas irrumpieran en el espacio público, sino que retornaran bajo la siniestra forma de los muertos. Años atrás, Gilles Lipovetsky (2002) nos advertía del vaciado del ágora, de la deserción de las masas: la calle y la plaza habían dejado de ser un lugar para la vida política. A partir del giro neoliberal de los setenta, las masas parecían haber desaparecido del tejido urbano, de la vida social, del mapa filosófico y políticossss1. Nos lo advertía y era cierto; sin embargo, también es cierto que esta invisibilización es un objetivo de la ideología capitalista, una ideología que convierte la explotación en valor de cambio, la opresión en consenso, una ideología que se consagra, en definitiva, a borrar del discurso la abrumadora presencia de la masa trabajadora.
Sin embargo, esta misma masa —cuya visibilidad había sido tachada de los medios de información— no llegó a desaparecer nunca del todo. Su existencia seguía vigente en un plano de la realidad tal vez adormecido, pero también en un discurso que percibía su emergencia como amenaza, como enfermedad, como plaga. En el cine de terror, los miedos de la sociedad capitalista emergen bajo el signo de la pesadilla. Mientras nos encaminábamos a la crisis económica, el cine de terror barruntaba un horizonte en el que los excluidos serían tantos que amenazarían con engullir nuestro paraíso occidental. Sin embargo, éste no es el único miedo del discurso dominante que reverbera en los fotogramas, pues el cine de terror invoca tantos fantasmas como problemas reprime el discurso capitalista y, según veremos, en el nuevo siglo los retos y problemas del capitalismo se multiplican hasta alcanzar una dimensión epidémica. Parafraseando a Gramsci, podemos decir hoy que el viejo mundo muere pero el mundo nuevo sigue sin nacer y que, durante este claroscuro, surgen los monstruosssss1.