Читать книгу Mercados del lujo, mercados del arte. El gusto de las elites mediterráneas en los siglos CIV y XV онлайн
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ssss1Varios textos resultan representativos de lo apuntado. Dos de ellos corresponden a orfebres. Al primero, Consolí Blanch de Alamanya, en 1382 se le cataloga como: un dels suptils maestres de la sua art qui sien en nostra senyoria y el elogio se funda en la experiencia plasmada en la obra que ha realizado para el rey (Cf. F. de Sagarra, op. cit., p. 178, doc. LXX). El segundo tiene que ver con Miquel Bleda. En su nombramiento como familiar del soberano en 1383 se alude a unos sellos: doctus estis fabri arte et subtili ingenio figurare (ibidem, pp. 178-179, doc. LXXI). También se aplica al pintor Llorenç Saragossa en 1374, cuando los jurados valencianos se interesan por su traslado a esta ciudad desde Barcelona. En el documento se afirma: lo qual és molt subtil e apte en aquell ofici (Documents de la pintura…, op. cit., p. 228, doc. 356). Se acude de nuevo a este término para elogiar al picapedrero mallorquín, Mateu Forsimanya, cuando los jurados de Palma pretenden que regrese de Nápoles en 1467: lo qual és bon mestre de son art e tal que en aquest regne no se’n trobaria un altre semblant d’ell, ço és de subtilitat de son ofici (G. Alomar: Guillem Sagrera y la arquitectura gótica del siglo XV, Barcelona, ed. Blume, 1970, p. 242). A los ejemplos citados pueden sumarse los reunidos por A. Serra Desfilis: «Promotores, tradiciones e innovación en la arquitectura valenciana del siglo XV», Goya, 333 (2011), pp. 66-67. «Apto» se aplica en 1376 al maestro de obras de la ciudad, Bernat Boix; Joan del Poyo merece este mismo calificativo en 1418.