Читать книгу Las bases del yoga. El origen del hatha-yoga, los nathas, y su expansión en Occidente онлайн

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En el primer mantra, Yajñavalkya afirma claramente que es un conocedor de brahman, es uno con brahman, un liberado en vida (jīvanmukta). En el segundo expone que el sabio ya no está interesado en demasiadas palabras –el período del estudio intelectual ya pasó para él–, tampoco habla en exceso, la luminosidad del silencio lo engulle en una dicha innombrable, ahora vive en la plenitud del silencio interior. Por medio de su práctica, el seguidor del jñāna-yoga entrega la totalidad de su vida a la autoindagación, a la búsqueda de lo Real, de lo Supremo, del Absoluto, de brahman. Pero, y esto es lo más fascinante, brahman no es algo que pueda ser descrito por medio del lenguaje ordinario, ni es un objeto de experiencia, ni tampoco es objeto de conocimiento en el sentido común de la palabra. El yogī sabe que debe llegar a conocer esta Realidad, que no es otra que su propia esencia. La búsqueda es muy sutil y requiere de un afinado intelecto.

Tal como dice la Chāndogya Upaniṣad:

Oṃ. (Este cuerpo) es la ciudad de brahman, en su interior existe una morada con la forma de un pequeño loto (del corazón); en su interior existe un minúsculo espacio. Lo que existe en su interior es lo que debería conocerse. Eso es ciertamente lo que uno debería desear conocer.8

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