Читать книгу Dénia. La ciutat i el castell. L'arquitectura militar baluardada (Segles XVI-XIX) онлайн

46 страница из 67

Visita del castillo

[…] precedida lizencia del señor governador militar de esta plaza de armas, pasó a practicar la visita del castillo de esta ciudad, el qual se halla en la cumbre del monte, a cuyo pie y parte de su falda se ve construida la ciudad. Y en la primera puerta, llamada del Socós, que sirve de entrada al recinto del castillo, en donde estubo la antigua villa de Denia, circuydo de muralla con guardias de soldados, se presentó el ordenanza de dicho señor governador militar con las llaves del palacio o alcázar de dicho castillo, diziendo venía de parte de su señoría a franquearles a disposición del señor contador. Y pasando a la segunda puerta, que es la del castillo, se vio otra guardia de soldados. Y reconozido, se advirtió ser el referido castillo fortaleza segura, firme y dezente en tiempo antiguo, porque a lo presente se halla bastante arruinada. Y en su plaza principal, al medio de ella, está la estatua de cuerpo entero cingente altura de piedra mármol del excelentísimo señor duque cardenal de Lerma, según lo manifiesta su inscripción y se descubre de la mayor parte de la ciudad, campo y Marina, que alcanza la vista el palacio o alcázar en que remata el castillo. Es de obra sumptuosa y deteriorada por la injuria de los tiempos y se conservan algunas piezas y hasta doze valcones de yerro en ventanas, unas paredadas y otras que lo nezesitan por lo rompidas. Y hizieron presente los circunstantes que havía otros valcones más, y que los soldados que están de guardia continua en el castillo havían quitado mucho hierro de ellos para venderle, y aunque havian escarmentado a alguno con castigo de vaquetas, no se podía remediar que de noche hurtasen el yerro, y que sería conveniente que su excelencia mandase quitar los referidos valcones antes que los soldados acabasen con ellos. De cuyo castillo se incorpora la magestad del señor don Phelipe Quinto al ingrés de sus armas en el año mil setecientos siete, estableciendo plaza de armas en esta ciudad. Y está al cargo de su governador militar, quien como anexa a dicho castillo por estar dentro de los muros del territorio que fue la antigua villa, disfruta la dehesa que está a la parte del norte y oriente de dicho castillo, sin poder gozar los vezinos aun para los pastos de sus cavallerías o ganado sin permiso del referido governador militar (pp. 121-122).

Правообладателям