Читать книгу Los profesores de Segunda Enseñanza en la Guerra Civil. Republicanos, franquistas y en la "zona gris" en el País Valenciano (1936-1950) онлайн

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Muchos profesores estaban en las primeras semanas de julio de 1936 desplazados de sus domicilios y lugares de trabajo a causa de unas inminentes oposiciones que se iban a celebrar en Madrid o por motivo de las vacaciones de verano. El director del instituto de Orihuela y catedrático de Ciencias Naturales José María Andreu Rubio había llegado de vacaciones a Madrid, el 6 de julio, para clasificar sus dípteros en el laboratorio de Entomología del Museo de Ciencias Naturales. Quería pasar quince días haciendo excursiones por los alrededores y aprovechar para cazar más insectos, pero después del 18 de julio –dado que su condición de sacerdote no pasaba desapercibida– optó por esconderse en el hotel, hasta que el día 29 pudo trasladarse a Orihuela vestido de seglar.7 A José Andreo García, catedrático de Latín del instituto de Elche, el golpe de Estado le sorprendió veraneando en Aledo (Murcia), donde tenía casa y fincas rústicas. Desde allí, temiendo por su vida, huyó para refugiarse temporalmente en una casa de campo de la sierra Espuña.8 Son solo dos testimonios de los muchos que tenemos referidos del día del golpe de Estado. Aparecen en los cuestionarios que acompañan a la declaración jurada que tuvieron que presentar obligatoriamente todos los profesores y el resto de funcionarios después de la guerra para ser readmitidos en la Administración del Estado. La pregunta sobre qué estaban haciendo y dónde estaban ese día se repite en todos ellos.

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