Читать книгу Los profesores de Segunda Enseñanza en la Guerra Civil. Republicanos, franquistas y en la "zona gris" en el País Valenciano (1936-1950) онлайн
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El caso más extremo es el del Instituto Luis Vives de Valencia. En el viejo instituto fueron cesados 28 del total de 33 profesores que trabajaban en el centro con anterioridad a la guerra, lo que arroja un porcentaje altísimo del 84 %. Durante la guerra se incorporaron 15 profesores evacuados de Madrid al centro, que no los hemos contado porque eran todos afines ideológicamente a la República y por lo tanto no sufrieron depuración. En el Instituto provincial de Alicante, de los 20 profesores que trabajaban allí (sin contar a los cuatro que llegaron evacuados), fueron exonerados de la docencia 13, lo que da un porcentaje del 65 % de depurados por la República; y en el Instituto de Castellón, del total de 20 profesores que componían la plantilla (sin contar los dos que llegaron nuevos), fueron cesados ocho, lo que equivale a un porcentaje de un 40 %.
Saturnino Liso Puente, catedrático de Física y Química del Instituto de Orihuela, acusó al director, Antonio Sequeros López, de haber sido el culpable de que hasta siete profesores del claustro fueran declarados cesantes en la Gaceta del día 13 de agosto de 1936. Los catedráticos Francisco Sánchez Ruiz, José María Andreu Rubio, Juan Colom Romans, Saturnino Liso Puente y los encargados de curso, Mariano Fernández Conde, Manuel Sanz García y José María Almela Costa, fueron separados de sus puestos de trabajo en el verano de 1936.52 El director del instituto, Antonio Sequeros López, fue condenado después de la guerra a treinta años de prisión mayor, que finalmente no cumplió de manera completa. En 1940, la condena de «auxilio a la rebelión» le fue reducida a seis años de prisión menor, más las accesorias de responsabilidad civil. El hecho de haber estado presente en la primera reunión del Comité Popular Revolucionario que se formó en Orihuela el 19 de julio de 1936, y haber sido designado –en razón de su cargo de profesor de Geografía e Historia del instituto local– para la selección de las obras de arte sacro que tuviesen valor artístico en las iglesias de Orihuela, fue la principal prueba de cargo a la hora de condenarle, pero no la única. En el sumario le acusaron de haber intervenido en la incautación y el saqueo de las iglesias, así como en el asesinato de dos funcionarios de correos y en «la destitución de siete profesores derechistas del Instituto». Había sido también presidente del Partido de Izquierda Republicana de la localidad y administrador de Correos durante la guerra.53