Читать книгу La amistad argumentada. Teoría y práctica aristotélica онлайн
6 страница из 19
Ante los acuciantes problemas del hombre en los tiempos actuales que han multiplicado sus problemas históricos y vivenciales en todo orden de cosas, la filosofía a su vez ha multiplicado sus esfuerzos para dar respuesta a los mismos, desde modelos éticos, políticos, e incluso metafísicos, renovados. Por esta razón, desde una óptica moral, se vuelve imperiosa la necesidad de rescatar algunas ideas de la tradición griega, tal como virtudes cultivadas en el pasado que, como prácticas sociales e individuales, en un cierto sentido se han ido relegando injustificadamente al paso de los siglos, en pro de un criterio pragmático. Una de esas virtudes es justamente la amistad.
Una conciencia esclarecida (y aristotélica) nos fuerza a considerar lo que otros han dicho acertadamente respecto de este insoslayable fenómeno humano que es la amistad, pues el aprender del pasado y saberlo aplicar a nuestro presente es siempre algo presente en el acontecer de la vida, y un elemento central de nuestra configuración como entes racionales que gozamos historia y tradición, y “se debe recordar que es hombre […] aquel que se dedica a las demostraciones” (Vita Aristotelis Marciana, 433, pp. 10-15). Pensar con los sabios del pasado es una manera legítima y tradicional de hacer filosofía, inaugurada por los antiguos griegos; y pensar con Aristóteles y desde Aristóteles queda autorizado por una larga tradición conocida ampliamente como: aristotelismo. Deliberadamente me inserto en esta tradición de pensamiento como una forma de hacer filosofía y porque el tema de la amistad es de profundo interés para todo humano.