Читать книгу El arte de la adaptación. Cómo convertir hechos y ficciones en películas онлайн

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Muchos novelistas piensan que el cine puede dar una segunda oportunidad a sus historias y así proporcionarles más lectores. La venta de derechos de autor por millones de dólares empieza a ser ya corriente entre novelistas famosos. Pero también los que comienzan tienen la esperanza de ver sus historias en la pantalla, y a menudo escriben con un tipo de estructura y unos personajes apropiados para el cine. Pete Dexter, autor del bestseller París Trout, vendió los derechos de su novela con la condición de ser el guionista de la película.

Hoy más que nunca, los productores buscan adaptaciones para sus películas. Muchos de ellos lo hacen porque se trata de un material más viable comercialmente, al contar ya con una audiencia. Otros aluden a la escasez de buenos guiones originales, y señalan que la mayoría de las historias carecen de originalidad. Pero el precio de esta operación puede ser muy alto. Hacer una adaptación significa pagar dos veces por un producto: primero, al comprar los derechos; y después, al escribir el guion. El juicio sobre la historia también se realiza dos veces: primero hay que evaluar las posibilidades del material de origen, y después la capacidad del guion para trasladar el argumento a la pantalla.

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