Читать книгу De mujeres y partos. Matronas y cambio social en la segunda mitad del siglo XX онлайн

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Aquel trabajo con pretensión científica que las incorpora ha de sustentarse en la convicción de que los testimonios que grabamos y transcribimos han de pasar por un filtro crítico importante, el cual nos permitirá realizar una selección de los elementos utilizables. Esto no debe entenderse como que sólo se conservarán algunos testimonios elegidos, “sino que el investigador deberá saber distinguir separadamente el fenómeno histórico y la memoria que el individuo o sector de individuos guarda de aquel fenómeno” (Alcàzar, 1994, p. 236).

El uso de la fuente oral debe ser valorado porque nos permite avanzar en el conocimiento de los hechos pero, especialmente, en la forma en la que el grupo humano del que forma parte la informante los vivió y los percibió. De sobra está decir, pues, que “es de importancia capital rescatar la subjetividad, pero es un grave error llegar a confundirla con hechos objetivos” (Alcàzar, 1994, p. 236). Este componente de la subjetividad no debe quedar fuera del corpus de la investigación porque la percepción, los sentimientos y el modo de expresarlo, son elementos que nos pueden ayudar a configurar esa historia que no es ni más ni menos que la historia de las matronas que trabajaron durante los años estudiados en el cuidado de las mujeres mientras daban a luz a sus hijas e hijos. Coincidimos con Alcàzar en que la aproximación crítica a la fuente oral se consigue estableciendo una relación dialéctica entre los diversos tipos de fuentes que tengamos a nuestra disposición; es decir, mediante dos procedimientos de carácter interactivo: el primero con la documentación escrita existente y el otro con el resto del corpus de documentos orales. Es la adecuación de la figura singular con un medio y una época lo que busca el historiador, cuyo verdadero tema es el contexto histórico en sí mismo más que la persona entrevistada.


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