Читать книгу El legado bibliográfico de Roque Chabás (1844-1912) a la Universitat de València. Estudio histórico-descriptivo онлайн
9 страница из 18
Hubiera querido el Señor testador reunir una colección completa de todas las obras que le relacionan con la historia valentina y depositarla en manos de este Excelentísimo Cabildo Metropolitano, pero si el Señor no le da tiempo para ello, ordena que salvo lo dispuesto en la cláusula precedente en favor de sus dos amigos Sres. Chabret y Serrano, todas las obras, libros, opúsculos y demás que diga relación con la historia y literatura valenciana y obre en poder del Señor otorgante, a juicio de dicho Excelentísimo Cabildo, lo escoja y retire el mismo, mis queridos albaceas, herederos, ni otra persona en sus nombres, opongan obstáculos al libre derecho de escojer [sic] que concede al repetido su amado Cabildo, que lo guardará todo en sus archivos como débil recuerdo de cariño.
De estas cláusulas testamentales se deduce que, por una parte, lamenta la falta de tiempo vital para completar una magna biblioteca especializada en historia y literatura valencianas, su temática investigadora, que ya había iniciado desde su juventud; por otra parte, también muestra la gran estima y admiración que procesaba tanto a Antonio Chabret Fraga, estudioso de temas saguntinos, como a José Enrique Serrano Morales, hasta el punto de concederles el privilegio de escoger una obra de su biblioteca, es decir, no solo para guardar un recuerdo personal de Chabás, sino también para completar los fondos de sus respectivas bibliotecas personales. Ahora bien, hechas esas excepciones, remarcaba que toda su biblioteca sobre temas y literatura valencianos había de ser custodiada e integrada en un solo lugar, y designaba que ese debía ser la propia Catedral de Valencia. Con esta disposición mostraba su profundo respeto y admiración hacia el cabildo catedralicio, a pesar de todos los contratiempos y dificultades que padecía dentro de él y que, en consecuencia, le impedían hacerse cargo de su archivo. No obstante, aquel testamento no detallaba el número exacto de volúmenes que, en ese momento, componían su biblioteca ni tampoco se acompañaba de un listado de sus títulos y autores. La falta de datos favorecía una cierta ambigüedad interpretativa. En consecuencia, y a pesar de no poderse aventurar una cifra aproximada del fondo, esta no debía de ser muy voluminosa, pues su ubicación, en el piso de la calle de la Llimera de Valencia, de pequeñas dimensiones, así parecía demostrarlo. Con esta disposición evidenciaba su preocupación por preservar la unidad y custodia de la biblioteca en aquellos temas a los que intentaba dirigir sus esfuerzos, más allá de su voluminosidad y valía.