Читать книгу Universidad y Sociedad: Historia y pervivencias онлайн

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En este ambiente comenzó su discurso el Jefe del Distrito Universitario de Valencia, Rafael Cerezo. Recién venido de los campos de batalla, fueron sus palabras un llamamiento a los estudiantes y profesores para que, sacudiendo la vida fácil y monótona, se superen en su labor en pro de la Universidad y de España.68

A partir de los 50 la presencia falangista no tiene la misma relevancia. Parece que en ocasiones la presión ideológica falangista se va moderando o disimulando tras el fin de la guerra mundial, mientras seguía omnipresente la doctrina eclesiástica nacionalcatólica. Las actividades del S.E.U. ya se limitaron el curso 51-52 a una serie de conferencias, la mayoría sin contenido político, cine club universitario, tuna y coro mixto, albergues, creación del Servicio Universitario de Trabajo –asistencia a Empresas Nacionales para «convivir» con los trabajadores– y actividades deportivas.69 Por otro lado, Raimundo Fernández Cuesta al ser nombrado miembro de la Academia Valenciana de Jurisprudencia, ofrece en el paraninfo su discurso de entrada titulado Los derechos de la personalidad en la filosofía jurídica del Movimiento. Y nada más, salvo escueta noticia –profesores y calificaciones– de las clases de formación política.70 La exaltación del principio va diluyéndose y se va abandonando la retórica de la guerra, de las hordas rojas y demás demonios del franquismo: el comunismo, los masones, la institución libre de enseñanza y los krausistas –tan píos como eran y convertidos en bestias negras…–. Ejemplo patriotico es la guerra de la independencia, pero sobre todo la conquista de América. Una patria unida y el genio español –sea esto lo que sea–. Las referencias más académicas son a la universidad y los grandes juristas y teólogos del siglo de oro, a Santo Tomás y a los colegios mayores del antiguo régimen… El falangismo cotidiano fue diluyéndose en mayor medida que el omnipresente catolicismo como puede verse en las conferencias, cursillos, ejercicios espirituales o cursos como el de misionología; pero en todo caso, claro, son los miembros del régimen los que tienen el poder; todo el poder en el ministerio, y en las universidades a través del SEU. Luego, es ya otra historia, llegó la transición política…

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