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HIPIAS. —Sería bochornoso para mi, Sócrates, que cuando enseño a los demás a hacer lo que tú dices, y en este concepto creo poder cobrar dinero, no tuviese, al preguntarme tú, indulgencia para contigo y no te respondiese con dulzura.
SÓCRATES. —Es imposible hablar mejor. He creído comprender tu pensamiento, cuando dijiste que Homero ha hecho a Aquiles el más valiente de los griegos y a Néstor el más prudente; pero cuando añadiste que el poeta había hecho a Ulises el más astuto, te confieso, puesto que es preciso decirte la verdad, que no te he comprendido del todo bien. Quizá lo concebiría mejor de esta manera. Dime: ¿es que Aquiles no es presentado también como astuto por Homero?
HIPIAS. —De ninguna manera, Sócrates; antes lo presenta como el hombre más sincero. Cuando el poeta nos los muestra conversando juntos en las Oraciones.[2] Aquiles habla a Ulises en estos términos: «Noble hijo de Laertes, sagaz Ulises, es preciso que te diga sin rodeos lo que pienso y lo que quiero hacer, porque aborrezco tanto como a las puertas del infierno al que oculta una cosa en su espíritu y dice otra. Por lo tanto, yo te diré lo que quiero hacer».[3] Homero pinta en estos versos el carácter de ambos. Aquí se ve que Aquiles es veraz y sincero, y Ulises mentiroso y astuto, porque Ulises es el que Aquiles tiene en la mente al decir estos versos, que Homero pone en su boca.