Читать книгу Las rutas de la seda en la historia de España y Portugal онлайн

77 страница из 161

Estos artesanos trabajarían en estrecha colaboración con proveedores de seda,ssss1 con quienes en ocasiones establecían acuerdos e incluso sociedades específicas para la producción de tejidos. Así ocurría en enero de 1508, cuando Alonso de Salas, escribano de Granada, y Pedro de Valencia, tejedor de terciopelo, establecían una compañía para la realización de 1 pieza de terciopelo de 40 varas en dos meses y medio. Detraído de su venta el caudal inicial aportado por Salas, los beneficios se repartirán a mitad.ssss1

Igual sucedía en marzo de 1510, cuando Alonso de Villegas, mercader estante en Granada, y Ginés Silvestre, tejedor de terciopelo, que acordarían la entrega por adelantado de 2 telas de seda, de unas 80 varas, para tejer terciopelo doble, y un telar donde realizar dicho trabajo, que pagaría a razón de 119 maravedís por vara. Se estipularon concienzudamente los plazos de entrega, de manera que a las 10 varas ya tejidas en el momento de la firma del acuerdo se sumarían 6 más en los 5 días siguientes, y el resto a razón de 6 varas cada fin de semana.ssss1 El tejedor ponía como garantía de su compromiso el telar, algo común en otros casos. Un caso que parece destacar por el montante de ventas de seda que alcanza es el de Alonso de Toledo, definido como mercader estante en Granada y que se muestra como importante proveedor de materia prima a terciopeleros de la ciudad. Solo en el año de 1512 vendería seda por un total de 119.716 maravedís y 9 ducados a los mercaderes Alonso de Torres (14.520 maravedís),ssss1 Juan Pérez (40.175),ssss1 Diego Catalán (28.735),ssss1 Pedro de Valenciassss1 y al terciopelero Juan Peralta (36.286). Y aunque aparecen como mercaderes de seda, tal y como acabo de comentar, no podemos excluir que en realidad fueran también tejedores de terciopelo, que es lo que ocurre con uno de ellos, Pedro de Valencia, que confiesa su oficio de tejedor de terciopelo en otra ocasión.ssss1

Правообладателям