Читать книгу La literatura medieval hispánica en la imprenta (1475-1600) онлайн
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Otra necesidad que surgió enseguida, asociada a la dificultad anterior, fue la de estandarizar los criterios para la introducción de datos, una vez establecidos los campos, pues corríamos el riesgo evidente de duplicar información o falsearla con la existencia de numerosas variantes, especialmente en los nombres de autores, impresores, etc. La primera solución consistió en la redacción de un Manual, documento base de los investigadores a partir de ese momento. Una vez contratado un ingeniero informático, necesario en el proyecto, este también construyó una base de datos que forzó a los usuarios a utilizar siempre los mismos estándares, al introducir unos listados internos de prácticamente cada uno de los campos para evitar duplicaciones. Además, la existencia de estos listados internos (autor, impresor, materia, ciudad de impresión…) posibilita a los usuarios su selección con el consiguiente ahorro de tiempo y la opción de realizar estudios no solo cualitativos, los más visibles a primera vista, sino también cuantitativos.