Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
332 страница из 489
Ligado a todo esto, planteamos también el derecho de huelga, el sindicato de clase, el derecho de reunión, de expresión y de asociación. O sea, que la lucha de la clase obrera y de su vanguardia organizada tiene como objetivo inmediato la mejora de sus condiciones de vida y de trabajo y la conquista de las libertades sindicales y políticas. Aquí es donde esta perspectiva inmediata coincide y se identifica con la perspectiva de lucha de la Asamblea, coincidiendo con la nuestra. Y de aquí el gran interés para todos los trabajadores de conocer y defender su programa de acción en nuestro camino hacia la emancipación total como clase.
Hacemos una llamada a todos los trabajadores de Cataluña para que difundan este documento, lo discutan y lo popularicen en todos los centros de trabajo. Hacemos una llamada al movimiento obrero organizado para que defienda e impulse los cuatro puntos del programa de la Asamblea en su nivel más amplio.»366
Conocida la noticia de las detenciones, los periódicos emitieron constantes notas de prensa según iban evolucionando los acontecimientos dentro del marco del control informativo y de censura previa. Algunas empresas donde trabajaban los detenidos pararon en solidaridad (Siemens en Cornellá de Llobregat y Editorial Ariel en Esplugues de Llobregat). Con posterioridad hubo pintadas, asambleas explicativas en barrios y universidades, y paros en fábricas del Baix Llobregat (Laforsa, Fergat, Clausor) y del Vallés (Aiscondel, Armco). También, a través de las diferentes asambleas democráticas expandidas por diferentes puntos de la geografía catalana, se fue informando a la población de los graves acontecimientos ocurridos, cada uno con su especificidad regional. Tómese como ejemplo lo ocurrido en Lérida, en que mediante un documento fechado en octubre de 1973, la Comisión Permanente de la Asamblea de las Tierras de Lleida comunicaba la relación de detenidos procedentes de su demarcación: Antonio Camacho (obrero de la construcción de Lleida), Jordi Carreres (empleado de Esterri d’Aneu), Pere Culleré (representante de comercio de Lleida), Gregorio Gallego (empleado de notaria de Balaguer), Celestino Regué (payés), Miguel Ángel Soria (maestro nacional), Miguel Ángel Soriano, Marcos Montagut (arquitecto y secretario del colegio de arquitectos en Lérida) y Pere Terrado (profesor de catalán)367.