Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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El 16 de noviembre se efectuaron 35 nuevas detenciones, todas relacionadas con las manifestaciones convocadas por la Asamblea por la liberación de los 113 detenidos, efectuadas en su mayoría el 11 de noviembre en Granollers, Vic y Ametlla del Vallés.
A raíz de la manifestación en Vic, pasaron algunos detenidos por el dispensario. Estos fueron: Miguel López Ribas, de Malgrat de Mar; Narcís Fradera Bosch, de Mataró (con fortísimos hematomas en el pecho, espalda y rodillas); Javier Mitjá Serviá, de Arenys de Mar; Ángel Domínguez Calvo, de Tordera; y Javier Granell, de Calella de la Costa. A este respecto, el Gobierno Civil publicó una nota de prensa aclaratoria sobre los últimos acontecimientos, siendo contestada en breve por la oposición, que calificó el redactado de ridículo.
El despliegue de las fuerzas de seguridad en Vic fue impresionante. En la Plaza del Caudillo, había nueve autobuses, veinte furgonetas, doce jeeps, una tanqueta de agua, una grúa y quinientos miembros de la Policía Armada con metralletas. Los coches que llegaban eran obligados a volver atrás y la gente que bajaba del tren era puesta en fila contra la pared y registrada, por lo que para entrar en Vic era necesario dejar el carné de identidad a la Guardia Civil y recogerlo a la salida. La estrategia estuvo muy bien concebida, pues aquel día Vic fue una ciudad desierta a pesar de que se esperaba una concentración de veinticinco mil personas. Finalmente, después de la hora de comer, unas tres mil personas pudieron manifestarse en la Ametlla del Vallés y también en Granollers, concretamente en la Plaza dels Porcs y en la calle Clavé con gritos de «¡Assemblea de Catalunya!», «¡Amnistía y libertad!», «¡Llibertat pels 113!». Estos alborotos al final acabaron en detenciones tras ser volcado un coche de la Guardia Urbana, efectuándose unas cuarenta por la Guardia Civil. Otras concentraciones se efectuaron en Seva (barrio de Sant Andreu), Santa Mª de L’Estany, Tona, Pantá de Sau, Sant Juliá de Villatorra, Centelles, Balenya, Figaró, etc., y se impusieron 48 multas de entre doscientas mil y trescientas cincuenta mil pesetas. El 12 de noviembre de 1973, Sergio Gómez Alba, jefe Superior de Policía de Barcelona, firmó un informe enviado al gobernador civil, Tomás Pelayo Ros, sobre los hechos de Vic y Granollers y que a continuación describo: