Читать книгу El ocaso de los dominios valencianos de los Medinaceli. El tránsito del antiguo régimen al liberalismo en los estados señoriales de Segorbe, Dénia y Aitona онлайн
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En primer lugar, no puede presentarse el señorío como un factor explicativo único y omnipresente de la economía nobiliaria, como en ocasiones ha ocurrido. Aunque la nobleza destacó de forma prácticamente absoluta en la posesión y administración de propiedades y derechos señoriales, también dispuso de importantes inmuebles rústicos y urbanos, así como de intereses no sujetos al señorío, bien en sus propios dominios señoriales o bien en otros territorios sobre los que no disponía del poder jurisdiccional. En Andalucía, muchas grandes casas nobiliarias, entre ellas Medinaceli, poseyeron numerosos cortijos y dehesas en términos municipales pertenecientes al realengo o a otros señores jurisdiccionales.ssss1 Incluso en los territorios de la antigua Corona de Aragón, donde el predominio de la renta señorial sobre la territorial o inmobiliaria parece abrumador, deben tenerse muy en cuenta los denominados bienes libres. Eva Serra ya subrayó al estudiar el señorío catalán que «no cal confondre, ni molt menys assimilar totalment ingressos senyorials a renda total».ssss1 Y, años después, Jorge Catalá clarificaba los dos componentes económicos de la nobleza dieciochesca valenciana, por un lado, el señorial y, por otro, el basado en la propiedad «sin ornamentos jurisdiccionales, libre y, a veces, plena». Para Catalá, los investigadores han estado tan atentos a la cuestión señorial que no han podido advertir «que sin los patrimonios de libre disposición, constituidos en gran medida con las rentas señoriales pero ajenos al propio dominio señorial, la economía nobiliaria –la nobleza en sí misma–, no hubiera podido reproducirse».ssss1