Читать книгу Colombia frente a los escenarios del pacífico. ¿De qué pacífico hablamos? онлайн

8 страница из 60

PRESENTACIÓN

Es la economía global, no seamos tan ingenuos

A modo de presentación iconoclasta al libro de Ricardo Mosquera Mesa: Colombia frente a los escenarios del pacífico. ¿De qué Pacífico hablamos?

Por segunda vez consecutiva, el querido amigo Ricardo Mosquera Mesa me honra al solicitar unas palabras para la presentación de su último libro, con el cual prosigue la tarea de escrutar los nuevos escenarios del mundo en busca de lo que yo denominaría con el nombre de un antiquísimo texto crucial en la historia del pensamiento universal: Guía para perplejos, del sabio hebraísta de origen cordobés Moses Maimónides (1035-1104). En medio del sacudón experimentado en los mundos judaicos, islámicos y católicos por la difusión del pensamiento de Aristóteles, el genial teólogo, médico y jurisconsulto emigrado de España y muerto en Egipto, ofreció un mapa mental para orientar y sosegar la fe en una dirección más cercana a la razón.

Solo que hoy, a casi un milenio de distancia, no son la teología ni la metafísica la causa de tantos alborotos e incertidumbres, sino la economía. O mejor, para volver a la nominación originaria de la Ilustración: la economía política, cuyo faro estaba en el nacimiento de esta ciencia bien asentada en la isla de Britania acaballada en el promontorio de la Revolución Industrial. Solo que, como signo de los tiempos, lo que queda de la gloriosa revolución británica de la gran Isabel I, hoy, en tiempos de Isabel II, es un pleito que se parece más a un altercado de despacho judicial de suburbio relativo a un infamante concubinato, que al contencioso de un buen divorcio: me refiero al Brexit. Porque como demuestra Ricardo Mosquera Mesa con una contundencia ejemplar a través de informaciones cuidadosamente compiladas y agrupadas por él, el eje del mundo se ha corrido ya muy lejos del meridiano de Greenwich hacia el mar de China y, solo de modo convencional y anacrónico, el día universal amanece primero en las islas británicas, porque el tiempo del mundo real empieza a despuntar en la Bolsa de Shanghái.

Правообладателям