Читать книгу La democracia a prueba. Elecciones en la era de la posverdad онлайн
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En abril de 2003 diferentes medios de comunicación dieron a conocer una supuesta venta de bancos de datos al gobierno de Estados Unidos por una empresa de ese país, Choicepoint Inc., en la que se incluía información del padrón electoral. Ante esta información, el IFE presentó una denuncia y en noviembre de ese año se consignó penalmente a cuatro empleados de la empresa mexicana Soluciones Mercadológicas en Bases de Datos, S.A. de C.V. Se acreditó entonces que los datos comercializados del padrón no habían salido del IFE sino del Registro Nacional de Población, dependiente de la Secretaría de Gobernación, la cual tuvo en su poder el padrón en virtud de un convenio signado el 29 de junio de 1999, mediante el cual el IFE le proporcionaría el padrón, en vista de que a esa secretaría le corresponde la expedición de la cédula de identidad ciudadana.70
Diez años después, el 7 de noviembre de 2013, el periódico Reforma publicó: «Regalan Datos Vía Internet de IFE». La nota señalaba que en la página web buscardatos.com, era posible acceder a una base de datos que incluía, entre otros, nombre, clave de elector, RFC, CURP, domicilio y edad. El IFE logró que horas después esa información fuera retirada de la red y realizó una investigación, gracias a la cual detectó que los datos del padrón publicado correspondían a la copia entregada al partido político Convergencia –después Movimiento Ciudadano–, el cual fue sancionado por el indebido resguardo de la información contenida en el padrón electoral y la lista nominal de electores. La responsabilidad del partido y sus funcionarios fue confirmada por el Tribunal Electoral.71