Читать книгу Retos de las migraciones de menores, jóvenes y otras personas vulnerables en la UE y España. Respuestas jurídicas desde la perspectiva de género онлайн
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Por ello sería necesario incorporar al Convenio descrito un órgano o institución de control, es decir, un Tribunal con competencia sobre todos los Estados partes del mismo. De nuevo, la opción que se presenta más viables sería servirse del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para desempeñar este rol de órgano de control. No obstante esto sería difícil de aceptar por los Estados partes si las obligaciones contenidas en el Convenio son muy concretas o los derechos muy onerosos. En este sentido, como suele ocurrir, el Tratado debería avanzar partiendo de unos mínimos comunes, y pasar después a incorporarse al Derecho imperativo comunitario como una Directiva que permita armonizar las legislaciones internas de los Estados miembros sobre protección de menores extranjeros no acompañados, lo cual podría producirse sobre la base jurídica de los tratados actuales. Podría establecerse también un mecanismo de financiación común a modo de los Fondos de la UE en el Convenio para garantizar su mejor aplicación.