Читать книгу Pensamiento y Economía en Libertad. Ensayos en homenaje al profesor Carlos Rodríguez Braun онлайн
21 страница из 35
Explica Carlos que el poder siempre busca legitimarse, por cuanto la obediencia mediante la violencia no suele ser eficaz. El poder debe convencer, debe disuadir. Incluso aunque sea por el temor, opera con el “si no me obedeces te mato”, no con el “si te mato me obedeces”, pues una vez muerto… Además, si muchos llegan a considerar que ni siquiera la vida tienen que perder, entonces podrán revolverse contra el poder. Así, el poder no puede sustentarse permanentemente sobre el poder, es decir, sobre la coacción, la fuerza o la violencia, por legítima que ésta sea: como Talleyrand dijo a Napoleón, “las bayonetas, sire, sirven para muchas cosas pero no para sentarse sobre ellas”ssss1. La violencia pura rara vez es eficaz; el temor, el castigo, la cárcel son estados, lugares, peligrosos e inestables, con fuertes componentes de tensión y escasa tranquilidad, sosiego o equilibrio, lo que daña sobremanera la generación de expectativas, la asunción de riesgos y la toma de decisiones. El poder precisa desactivar las resistencias, de diversa índole, que presenten sus súbditos ante sus opresiones o exacciones. Por ello, precisa de “banderas o estandartes”, es decir, justificaciones, motivos o propósitos que la gente acepte y pueda compartir; incluso que parezca o resulte que si no lo hacen, queden como unos impresentables e inmoralesssss1. Estas banderas, además de como elementos de distinción propia y ridiculización del adversario, se utilizan como mecanismos de legitimización política de actuaciones e intervenciones de cualquier cariz o índole. De esta manera, sostiene Carlos, la democracia “es extraordinaria. El poder le pone un espejo al pueblo y le dice ‘yo soy tú’; si yo soy tú, no te voy a tratar mal y entonces obedeces”. Eso permite a las democracias legitimar como ningún otro sistema los abusos e infracciones contra la libertad y “por eso hemos llegado a la situación en la que las democracias han quebrantado la libertad tanto o más como muchas dictaduras”ssss1.