Читать книгу Mujer, inclusión social y Derechos Humanos. Reflexiones desde las ciencias sociales y jurídicas онлайн

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De esta manera, las predicciones sobre la edición en papel son pesimistas. La duda que tienen muchos empresarios de este sector es sí existe un número suficiente de lectores para mantener la prensa escrita o los recursos suficientes para mantener este medio físico.

Este segundo aspecto fue resaltado por la investigación que realizó la AIMC, esta desveló una comparación en la utilización de los diarios impresos en países como Reino Unido o Islandia, a diferencia de África o Sudamérica, debido a la diferencia de consumo, por la economía o los hábitos de los ciudadanos. En cualquier caso, siempre va a repercutir el nivel económico de cada país. Dado que la edición impresa necesita grandes recursos financieros para invertir en rotativas, planchas, tinta, papel, etc.

Ya hemos visto estas consecuencias en revistas como “Interviú” o la revista semanal “Tiempo”, las cuales, han forzado el nivel de tirada para un público escaso. Con el trágico final de obtener más pérdidas que beneficios. Estos ejemplos dan paso a reflexionar cómo los medios impresos están abocados a desaparecer. Y la carente importancia de la dimensión o globalización que debe tener un periódico, si no logra actualizarse a las nuevas tendencias, desaparece. A lo mejor, Baltasar Bueno tenía razón al decir que: “los periódicos están en su ciclo bajo, en agonía”. Solo queda adoptar una estrategia que renueve el concepto de medios de comunicación impresos y avanzar en la era tecnológica.

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