Читать книгу Mujer, inclusión social y Derechos Humanos. Reflexiones desde las ciencias sociales y jurídicas онлайн
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El apogeo de la tecnología ha mejorado la rapidez en informarnos, todos las noticias aparecen al alcance de un clic. Este simple gesto connota la apertura de una ventana que alberga millones de webs saturadas de información. Un canal gigantesco de información que se llama internet, en el que se puede acceder a revistas y periódicos desde el confort de la propia casa. Un océano de contenido en el que los responsables de cada medio no permiten la pérdida de calidad, aunque en este caso un error de un segundo puede emborronar toda la imagen del medio de comunicación.
“El periodismo del siglo XXI se está adaptando a la Sociedad de la Información y, especialmente, a través del fenómeno Internet, ha nacido un medio de comunicación digital, interactivo y multimedia que supone una nueva forma de elaborar, estructurar y difundir las noticias”ssss1 (Oliva Marañón, 2014).
A pesar de las ventajas que nos ofrece el mundo del ciberespacio hay un problema mayor, las nuevas generaciones no conocen el tacto y olor del papel impreso, al igual, que el divertido “mecanismo” para intentar leer un periódico, mientras se pretende tomar un café.