Читать книгу Mujer, inclusión social y Derechos Humanos. Reflexiones desde las ciencias sociales y jurídicas онлайн
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Aún muchas de estas cuestiones están por responder y su misterio aparece en un futuro bastante oscuro para los medios de prensa tradicionales como asegura el editor del USA Today:
“La imprenta no ha muerto y el online es aún recién nacido, pero si los cambios tecnológicos siguen a esta gran velocidad, pronto no habrá diarios, sino tan sólo información”. (Curley, 2000).
Ante este cambio de paradigma, existe una gran necesidad de fomentar el periodismo feminista capaz de crear una nueva cultura informativa en la que su principal objetivo sea transformar a la sociedad, siendo más justa e igualitaria. Y así dar por finalizado aquellas noticias en las que solo aparece la mujer y se critica la ropa que llevan puesta o si han perdido peso. El cambio en la información periodística debe ser desexualizada, sin tintes machistas y retrógrados, en el que los mismos medios se alejen de la visión heteropatriarcal, androcéntrica y estigmatizada.
Hace escasos meses, la FAPE pidió medidas en el sector periodístico para acabar con la brecha salarial y el techo de cristal, que aún sigue existiendo. Tal es la magnitud del problema que “de los 8.636% periodistas desempleados registrados a finales de septiembre, las mujeres representaron el 62%”ssss1 datos que publicó el digital Heraldo.