Читать книгу Innovación Docente y Ciencia Jurídica (ahora en tiempos del COVID-19) онлайн
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Por otro lado, encontramos la estrategia que ofrece el blog jurídico y que permitía, a través del clásico formato del blog, adaptado a los medios digitales, compartir materiales didácticos, cinematográficos y estimular el debate desde dos direcciones: entre los alumnos entre sí y de los estudiantes con el docente. En este proceso existe una retroalimentación de la enseñanza, ya que en ocasiones son los propios estudiantes quienes expresan sus experiencias y supone una generación del conocimiento bidireccional. Pongamos el caso de como en una titulación de postgrado, que guardaba relación con los derechos humanos, los alumnos narraban en este formato las experiencias que vivían en sus propios países y que no hacían más que evidenciar problemas teóricos señalados en clase. Esta situación les ratificaba en su interés por la asignatura y los animaba en la búsqueda de potenciales soluciones jurídicas a fin de dar respuesta a la situación planteada. La diferencia de opiniones que se debatían en este foro potenciaba el pensamiento crítico y, con ello, una mayor comprensión de las lecciones. En consecuencia, señalamos que, la creatividad se torna más potente si la relacionamos con sectores tales como la educación, la cultura y el arte, convirtiéndose en una importante fuente de resiliencia. Queda constatado así que, ante situaciones extremas el ingenio se agudiza y a menudo prospera. Es por esta causa por lo que la COVID-19 ha llevado a que los docentes debieran potenciar sus capacidades a fin de adaptar, con el apoyo de los Centros de Enseñanza Superior, sus modelos clásicos de clases presenciales hacia nuevos virtuales. Tales circunstancias supusieron auténticos retos para sendas partes (docentes-alumnos) que han sabido afrontar con éxito gracias, en muchos casos, a su imaginación.