Читать книгу Innovación Docente y Ciencia Jurídica (ahora en tiempos del COVID-19) онлайн
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Centrándonos en el ámbito educativo, este periodo requiere de la búsqueda de soluciones que permitan adaptar, a un ritmo vertiginoso, las necesidades que plantean las aulas. Esta afirmación podría comprobarse con ejemplos tales como el periodo de confinamiento, donde los docentes debían no solo ser conocedores de las diferentes competencias digitales, a fin de dar continuidad con eficacia a lo que restaba de curso académico, sino que también se requería que fueran ávidos en determinadas competencias creativas que permitieran mantener la atención y el interés del interlocutor que se encontraba al otro lado de la pantalla. De esta experiencia surgieron múltiples destrezas docentes, algunas de las cuales fueron el resultado del trabajo desarrollado bien en proyectos de investigación, bien desde la propia autonomía del docente. Casos como la gamificación, la implementación del blog jurídico, entre otros, fueron algunas de las estrategias que pudimos incorporar en las clases y que obtuvieron el éxito esperado, materializado en los resultados académicos que alcanzaban los estudiantes. Este supuesto no hace más que evidenciar que el ser creativos en el aula (virtual-presencial) ayuda. Ante tales argumentos, no cabe duda de que en los próximos años podremos ser testigos de una explosión de creatividad en el sector educativo, que no siempre irá acompañada de una tendencia a abandonar las clases magistrales, sino que en algunos supuestos actuarán de forma complementaria.