Читать книгу El gobierno de la función legal en las organizaciones. Operaciones legales, Innovación y Digitalización онлайн

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Demostrar el valor que la función legal aporta a una organización no es tarea sencilla. Muchos directores legales se enfrentan a este reto sin una estrategia definida y sin haber evaluado correctamente la importancia y el impacto que ello puede tener en la organización de los servicios legales. Cuando la percepción de valor aumenta, es más fácil conseguir el apoyo interno y los recursos necesarios para organizar una función legal de alto nivel.

Tan importante es crear valor como comunicarlo apropiadamente.

La colaboración efectiva con otras funciones, la utilización de un lenguaje y unos parámetros similares a los del negocio, la empatía y la anticipación y la proactividad son un primer paso necesario para la creación y la comunicación de valor. Es imprescindible asesorar bien, pero hay que hacerlo teniendo en cuenta el negocio y las necesidades y objetivos del resto de funciones. Como también es fundamental hacerlo a tiempo y de forma plana y transparente.

Una herramienta eficaz de comunicación en manos de la Asesoría Jurídica es la formación legal. La formación legal puede ser de diversa tipología: formación sobre los riesgos legales en los que eventualmente puede incurrir el equipo directivo a la hora de tomar decisiones en distintas áreas, formación sobre aspectos relacionados con la negociación de contratos, la formación sobre novedades legislativas relevantes, etc. Toda formación legal genera a los abogados internos la oportunidad de conectar con el resto de funciones de la organización y, si además se configura de forma eminentemente práctica y participativa, es una potente herramienta de comunicación.