Читать книгу Aspectos fundamentales de la Mediación civil y mercantil. Especial referencia a la mediación en la Comunitat Valenciana онлайн

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Gráficamente puede dibujarse de la siguiente manera:


En las sociedades primitivas era posible la llamada “justicia privada”, es decir, era factible que el ofendido o los suyos impusieran al ofensor una determinada consecuencia por unos actos concretos. En atención a la “Ley del Talión” la víctima podía infligir a su ofensor un daño similar al que ella sufrió. El conocido como “ojo por ojo diente por diente” no era una simple venganza y, por tanto, algo desprovisto de todo límite, sino que se trataba de poder hacer lo mismo que te habían hecho. Supuso, en ese sentido, un avance que implicaba –o al menos lo pretendía– proporcionalidad. Dicho de otra manera, estaba latente la necesidad de que hubiera una simetría entre el acto y su consecuencia, entre el daño sufrido y el castigo infligido (castigo proporcional al daño).

AUTOTUTELA = LEY DEL TALIÓN. OJO POR OJO DIENTE POR DIENTE

Con todo, los riesgos intrínsecos a este mecanismo de solución de conflictos –a la autotutela– son evidentes:

- Por un lado, solo permite reaccionar a quien tiene fuerza (capacidad) para hacerlo –al fuerte–, dejando, por tanto, al débil indefenso.

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