Читать книгу Sin reproches онлайн
9 страница из 11
Pero volviendo al primer término, y más allá de todo válido debate religioso respecto al significado de alma que ahora no viene al caso, yo afirmo y me atengo al significado antes expuesto, que existen personas con «incapacidad en el alma» o con un «alma incapaz».
Son aquellos incapaces de amar o incapaces de sentir empatía; aquellos incapaces de sentir alegría; incapaces de no quejarse cada día de todo y por todo; incapaces de dar; incapaces de admirar la belleza de un amanecer; incapaces de valorar lo que tienen; incapaces de realizar el mínimo esfuerzo; incapaces de admitir errores; incapaces de aprender de los propios errores; incapaces de sonreír sin motivo aparente; incapaces de aceptar aquello que no se puede cambiar; incapaces de buscar un cambio si es necesario; incapaces de intentar; incapaces de levantarse un día y proponerse simplemente disfrutarlo a como dé lugar; incapaces de proyectar, incapaces de soñar.
Son incapaces de tantas cosas que se vuelven capaces de lastimar.
Las discapacidades pueden compensarse con otras capacidades, pueden mejorarse con medicamentos o terapias, pero la incapacidad del alma, ¿cómo se cura?, ¿cómo se mejora o adquiere la habilidad para sentir, para querer, para soñar?