Читать книгу Un viaje en el tiempo онлайн

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La duda es: ¿Puede un hombre volverse temporalmente loco cuando experimenta un grave trauma o tragedia en su vida? ¿Puede una mujer realmente perder todo control de sí misma como sugiere la alegación de locura? Muchos psicólogos asienten con la cabeza, pero ¿cómo sabemos quién está loco de verdad y quién no, aunque sea temporalmente? Esa es la pregunta del millón, ¿no? Una cosa es segura: si no aprendemos a contenernos ni pedimos ayuda para lograrlo, y dejamos que nuestras emociones nos lleven a perder el control, ponemos en riesgo cosas importantes en nuestra vida. No solo nos arriesgamos a quedar encerrados durante mucho tiempo, sino también ponemos en juego nuestra carrera, nuestra familia, nuestro futuro.

La vida puede arrojarnos todo tipo de basura. La gente puede maltratarnos y acusarnos de cosas que no hemos hecho. Pueden robarnos o incluso causarnos daños físicos. Lo importante no es lo que nos sucede, sino cómo lo manejamos. Piensa en Jesús, que fue golpeado, escupido y clavado en una cruz en retribución por pasar su vida animando, sanando y dando vida. Si dedicamos tiempo a estudiar de forma coherente y sincera cómo manejó Dios las injusticias que le ocurrieron, obtendremos la visión y la capacidad de responder, con éxito, de forma similar. Y una súplica de ayuda a Dios es mejor que una declaración de locura temporal.

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