Читать книгу Los animales nos enseñan…. 183 meditaciones para niños pequeños онлайн

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Existe una ranita en Sudamérica que con su lengua puede cargar el equivalente a su pro­pio peso y más. Esto se debe a que tiene una lengua con gran capacidad para adherir alimentos de cualquier tamaño, como si tuviera un pegamento poderoso en ella.

A veces nuestra lengüita se parece a la de la rana sudamericana. Cuando decimos mentiritas, es como si se nos pegaran en la boca y, en lugar de quitarlas, van aumentando cada vez más. Esto daña a otras personas y también a nosotros mismos, y nos mete en problemas de los que no podemos salir.

La próxima vez que te veas tentado a decir una mentira, pídele a Jesús que te ayude a decir la verdad, aunque te cueste mucho trabajo decirla; a pesar de que coseches consecuencias negativas para tu vida. ¡Honra a Jesús diciendo siempre la verdad!

Oremos:


Con poca energía

Tu Biblia dice:

–¡No me digas perezoso! –exclamó Betito.

–¡Sí! ¡Eres un perezoso! –contestó Magui–. ¡No quieres ayudarme a barrer!

–¡Pero he recogido mis juguetes y mi ropa está en su lugar! –refutó Betito–. Además, no sé qué es un perezoso.

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