Читать книгу Los animales nos enseñan…. 183 meditaciones para niños pequeños онлайн

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Oremos:


¡Le gusta bañarse!

Tu Biblia dice:

Fifí era un gatito hermoso con pelo gris y ojos ver­des. Su dueña era mi vecina Lore. Cada vez que lo veía, estaba lamiendo su cuerpo, sus patitas y terminaba con su cola. Cuando se lamía las patas, enseguida se pasaba una por su rostro, como para asearlo.

Fifí caminaba en la arena y se detenía más adelante para limpiarse. Para mí, era sorprendente ver a ese gatito lamerse, como queriendo estar siempre impecable. Entonces le pregunté a Lore si bañaba a Fifí con agua y jabón, porque me parecía que estaba sucio. Ella me explicó que los gatos se acicalan porque no pueden sudar ni jadear, y que eso tam­bién les sirve para mantener una temperatura adecuada de su cuer­po y su pelaje más suavecito.

Conozco a algunos niños que son lo contrario de Fifí. ¡No les gus­ta bañarse! Mami les habla mucho para meterlos a la ducha, y no hacen caso; otros lloran, porque no les gusta. ¡Pobres niños! No saben que nuestra piel necesita agua y jabón para eliminar las bacterias que quedan en ella diariamente.

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