Читать книгу Reposo divino para la inquietud humana онлайн

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ssss1 Caspar Schewenckfeld refuta la obra de Glait en S. D. Hartranft y E. E. Johnson, eds., Corpus Schwenckfeldianorum, 1907, 4: 451ss.

ssss1 Ibíd., p. 458.

ssss1 Ibíd., p. 491.

ssss1 Ibíd., pp. 457, 458.

ssss1 Una crónica anabaptista cuenta el trágico desenlace de la vida de Glait: “En 1545, el hermano Oswald Glait es encarcelado en Viena por causa de su fe. [...] Están también con él dos hermanos, Antonio Keim y Hans Standach, que lo reconfortan. A ellos les encomendó su esposa y su hijo, dejados en Jamnitz. Después de pasar en la cárcel un año y seis meses, lo sacaron a la medianoche fuera de la ciudad para que nadie lo viera ni oyera y lo arrojaron al Danubio” (A. J. F. Zieglschmid, ed., Die álteste Chronik der Hutterischen Brüder, 1943, pp. 259, 260, 266).

ssss1 Para una reseña histórica de los observadores del sábado desde el siglo XV hasta el XVII, ver Andrews y Conradi, pp. 632-759; y Kenneth A. Strand, ed., El sábado en las Escrituras y la historia, 2014.

ssss1 R. J. Bauckham, “Sabbath and Sunday in the Protestant Tradition”, p. 526. En 1618, por ejemplo, John Traske comenzó a predicar que los cristianos están obligados por el cuarto Mandamiento a observar escrupulosamente el sábado. Sin embargo, forzado por las presiones, se retractó de sus ideas en A Treatise of Liberty from Judaism (1620). Teófilo Brabourne, otro pastor anglicano, publicó en 1628 Discourse upon the Sabbath Day, en el que defendía la observancia del sábado en vez del domingo. La High Commission anglicana lo forzó a abandonar sus posiciones y amoldarse a lo establecido por la iglesia. Ver Robert Cox, The Literature of the Sabbath Question, 1865, 1, pp. 157, 158.

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