Читать книгу La parte de bronce. Platón y la economía онлайн

4 страница из 12

Pero si la antropología nos determina en cierta medida, la República y las Leyes dan cuenta de la poderosa influencia de la educación y de la política sobre la naturaleza de nuestras tendencias, atenuando, en cierto grado, la sombra antropológica que se desprende de los razonamientos del Timéo y del Filebo. Como lo expresa con lucidez Étienne Helmer, la carencia y la debilidad no representan una fatalidad: sin provocar una transformación radical, la educación tiene la potencia de frenar la propensión de los apetitos a proliferar y de modificar su orientación natural al idion en beneficio del koinon. Pero para alcanzar su finalidad, la educación debe ser reforzada por una concepción de la política radicalmente distinta a la que predomina en las ciudades empíricas. En lugar de plegarse a las reglas que le dicta la economía, la política, en tanto ciencia prescriptiva, debe asegurar una gestión estricta de la economía, imponerle sus límites y asignarle la función que le corresponde: asegurar el bienestar material de todos y cada uno de los miembros de la comunidad, de suerte que logren desarrollar su verdadera humanidad, y que, pese a los factores antropológicos que los condicionan, pongan la parte de bronce que los habita al servicio de una existencia orientada hacia finalidades más elevadas que la abundancia material.

Правообладателям