Читать книгу Persona, Sociedad y Estado en Jaime Guzmán онлайн
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Cuando ponemos el énfasis en la noción de persona en la que creía Guzmán, estamos implícitamente también resolviendo que el senador fue un Político de profunda intelectualidad y con una gran habilidad práctica, todo lo cual le fue útil para construir un proyecto integral, pues considera al ser humano en un sentido espiritual y material.
Los párrafos seleccionados y que recorren este trabajo develan un punto medular, como es la presencia constante de lo sustancial en el pensamiento de Guzmán. Sin esa noción profunda de persona no es posible comprender ninguno de sus más grandes proyectos. No se entiende el andamiaje doctrinal del movimiento gremial, ni el espíritu de la Constitución, así como tampoco el sentido de la fundación de la UDI. En virtud de esto, lo central en un escrutinio a la figura pública del senador, no debería estar en discutir si este era pragmático o no, pues todo político debe tener dicha habilidad. El punto es reconocer cuál era su límite al respecto, porque aquello desmitifica realmente al político que fue. En ese sentido, su ductibilidad negociadora sólo se entiende a partir de ciertos límites intransables. De hecho, él mismo afirmaba: “Hay que ser siempre sólido y firme en la defensa de los principios y hay que ser flexible en la búsqueda de las formulaciones que en cada momento sean más adecuadas para esos principios”.