Читать книгу Norah онлайн

2 страница из 51

Al subir a su habitación tras haber cenado, Norah repetía la misma rutina. Abría ligeramente la ventana que dejaba entrar una suave brisa que la acariciaba mientras se cepillaba el pelo sentada en la cama. Luego se desvestía, se ponía su camisón y se acercaba a la ventana donde podía pasar horas. El valle en el que vivía era un lugar donde la temperatura se mantenía estable todo el año. Parecía que los días se repitieran uno tras otro prácticamente sin cambios.

En los días de más calor, al llegar la noche, Norah abría la ventana de su habitación y, apoyada en el alfeizar, contemplaba maravillada los juegos de luces y sombras entre cielo y tierra. Era una completa armonía entre ambos mundos. Cerraba los ojos y escuchaba con atención la melodía formada por el canto del búho, la música de los grillos y el correr del río por su cauce.

Esa noche no iba a ser menos, por lo que Norah hizo su rutina como cada día. La luna brillaba como nunca la había visto junto con las estrellas. De repente todo quedó en silencio. Estaba apoyada en la ventana y notó como un escalofrío le recorría todo el cuerpo; de pies a cabeza. En un primer momento pensó que era debido a que no estaba muy abrigada; pues como siempre solo llevaba puesto su camisón fino que le tapaba lo justo. “Vaya, parece que esta noche refresca un poco”, se dijo, mientras frotaba los brazos con las manos, no le dio importancia y siguió mirando al firmamento. Pasados unos minutos, un terrible dolor de cabeza se apoderó de ella. Era un dolor punzante, como agujas que se clavaban más y más en su cerebro. Dio dos rápidos pasos hacia atrás y puso las manos en la cabeza, en un intento desesperado porque el dolor remitiera. Intentó gritar, pedir ayuda, pero no fue capaz.

Правообладателям