Читать книгу Norah онлайн

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Por su mente aparecían imágenes de personas y lugares que no conocía. Flashes que la llevaban de un lugar a otro, un acantilado, un bosque, una playa, un castillo... El caos de imágenes cesó y paró en la imagen de una mirada. Una mirada de un hombre, o eso parecía. Los ojos eran de un color azul intenso, como el de un zafiro. Tenía las pupilas pequeñas. Pareció como si esos ojos se encontraran con los de ella, entonces las pupilas empezaron a dilatarse y oyó una voz en su cabeza que dijo “Norah”. Después de eso la mente le quedó en blanco y el dolor cesó. Norah se sentía cansada, abatida y de repente notó que la visión le fallaba. Intentó acercarse a la cama para tumbarse, pero no dio llegado y cayó al suelo inconsciente.

Ella no lo sabía pero sus días como una chica normal habían terminado. El destino del reino, estaba ahora en sus manos.

Uno

La noche dio paso al día y los primeros rayos de sol trepaban con velocidad por el otro lado de las montañas. Cuando el sol hizo su aparición, todo el valle pareció cobrar vida. Un gallo trepó hasta el tejado de la casa de Norah y cantó con todas sus fuerzas dándole la bienvenida al nuevo día y, de paso, despertando a Norah, que abrió ligeramente un ojo que volvió a cerrar rápidamente por la excesiva claridad que entraba por la ventana. La hubiese cerrado y corrido la cortina, pero debido al incidente de la noche anterior no lo pudo hacer.

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