Читать книгу Camino al Armagedón онлайн

102 страница из 127

Dios creó tanto a los ángeles como a los seres humanos con un sentido moral y una conciencia, y Satanás no la perdió completamente cuando se rebeló y fue arrojado del cielo. Ahora ese sentido moral estaba activado, y se sentía culpable. Parece extraño pensar que Satanás tiene conciencia y siente pesar por el daño que ha causado a otros. Podemos asumir con seguridad que, después de seis mil años, ha comprometido tanto su conciencia que poco o nada queda de ella. Pero inmediatamente después de perder su lugar en el cielo, gran parte de ello aún permanecía en su mente. Elena de White continúa su descripción:

“Satanás tembló al contemplar su obra. Meditaba a solas en el pasado, el presente y sus planes para el futuro. Su poderosa contextura temblaba como si fuera sacudida por una tempestad. Entonces pasó un ángel del cielo. Lo llamó y le suplicó que le consiguiera una entrevista con Cristo. Le fue concedida. Entonces le dijo al Hijo de Dios que se había arrepentido de su rebelión y deseaba obtener nuevamente el favor de Dios. Deseaba ocupar el lugar que Dios le había asignado previamente, y permanecer bajo su sabia dirección. Cristo lloró ante la desgracia de Satanás, pero le dijo, comunicándole la decisión de Dios, que nunca más sería recibido en el cielo, pues este no podía ser expuesto al peligro. Todo el cielo se malograría si se lo recibía otra vez, porque el pecado y la rebelión se habían originado en él. Las semillas de la rebelión todavía estaban dentro de él”.67

Правообладателям