Читать книгу Camino al Armagedón онлайн

87 страница из 127

Eso es lo que creo que el sábado significa para Dios. Él deja todo a un lado debido a su anhelo de encontrarse con los seres humanos y comprometerse en esa profunda relación fraternal. Con demasiada frecuencia pensamos en lo que Dios quiere que hagamos el sábado, olvidando lo que Dios quiere hacer en él. ¡Quiere pasar el día con nosotros! ¡Cuán decepcionado debe sentirse cuando nos negamos a encontrarnos con él ese día! Cuán decepcionado se debe sentir cuando convertimos su santo día en meras reglas y ordenanzas sobre lo que debemos y no debemos hacer el sábado. Y cuán decepcionado se debe sentir cuando nos sentamos el sábado por la tarde y charlamos sobre nuestros trabajos y las cosas que planeamos hacer durante la próxima semana. ¡Dios anhela que todo ese tiempo lo pasemos con él!

El compromiso de Dios. En el mundo ideal que Dios creó, los seres humanos y Dios estarían completamente comprometidos a reunirse en el día de reposo. En ese mundo ideal, querríamos encontrarnos con él todo el día. ¡Disfrutaríamos encontrarnos con él todo el día! ¡Esperaríamos con ansiedad que llegue el sábado cada semana! Eso prácticamente ha desaparecido con la mayoría de los observadores del séptimo día en estos días. Nos apresuramos por tratar de exprimir todo el viernes antes del atardecer, y debo confesar que soy tan culpable como cualquier otro observador del sábado.

Правообладателям