Читать книгу Conflicto cósmico. Acontecimientos que cambiarán su futuro онлайн

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Señalando a sus jueces, dijo firmemente: “Condenaron a Wiclef y a Juan Hus... Las cosas que ellos han afirmado, y que son irrefutables, yo también las pienso y las declaro, igual que ellos”.

Sus palabras fueron interrumpidas. Los prelados, temblando de rabia, clamaron: “¿Qué necesidad hay de mayor prueba? ¡Hemos contemplado con nuestros propios ojos al más obstinado de los herejes!”

Inmóvil frente a la tempestad, Jerónimo exclamó: “¡Qué! ¿Suponen que yo temo a la muerte? Me han mantenido un año entero en un terrible calabozo más horrible que la muerte misma... No puedo expresar mi asombro hacia una barbarie tan grande contra un cristiano”.ssss1

Se lo entrega a la prisión y a la muerte

De nuevo rugió la tormenta de rabia, y Jerónimo fue arrastrado hacia la prisión. Sin embargo, había algunos sobre los cuales sus palabras hicieron una profunda impresión y desearon salvarle la vida. Fue visitado por dignatarios y se le aconsejó que se sometiera al concilio. Se le presentaron brillantes perspectivas como recompensa si lo hacía.

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