Читать книгу Conflicto cósmico. Acontecimientos que cambiarán su futuro онлайн

76 страница из 136

El Papa había concedido a estos monjes la facultad de escuchar confesiones y otorgar perdón, lo cual era una fuente de muchos males. Con el propósito de obtener ganancias, los frailes estaban tan listos a conceder la absolución que hasta los cristianos recurrían a ellos, y los peores vicios aumentaban rápidamente. Los donativos que podrían haber aliviado tanto a enfermos como a pobres se entregaban a los monjes. La riqueza de los frailes aumentaba constantemente, y sus magníficos edificios y mesas bien servidas hacían más evidente la pobreza creciente de la nación. Sin embargo, los frailes continuaban manteniendo su dominio sobre las multitudes supersticiosas y les hacían pensar que todo el deber religioso se reducía a reconocer la supremacía del Papa, adorar a los santos y hacer regalos a los monjes, y esto era suficiente para obtener un lugar en el cielo.

Wiclef, con claro discernimiento, atacó las raíces del mal, declarando que el sistema mismo era falso y debía ser abolido. Se estaban despertando la discusión y la investigación. Muchos se preguntaban si no debían pedir perdón a Dios y no al pontífice de Roma. “Los monjes y sacerdotes de Roma –decían ellos– nos están comiendo como un cáncer. Dios debe librarnos, o el pueblo perecerá”.ssss1 Los monjes mendicantes pretendían estar siguiendo el ejemplo del Salvador, y declaraban que Jesús y sus discípulos habían sido sostenidos por la caridad del pueblo. Esta pretensión inducía a muchos a ir a la Biblia para descubrir la verdad por sí mismos.

Правообладателям