Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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A las 12 fui despertado por los oficiales del Magallanes, que en bote vinieron a comunicarme que su comandante acababa de fallecer repentinamente de una angina de pecho …estábamos cerca de tierra española y era indispensable sepultar en ella a un jefe muerto en comisión de servicio.

…después un aguacero tal que hubimos de refugiarnos en las cabañas de los negros, que no son sitios apetitosos …no he conocido clima más desagradable ni cielo más triste ni más sombrío.

…a Zafra se le disparó la escopeta hiriéndose seriamente la mano izquierda, de la que seguramente perderá un dedo. No tengo más remedio que hacerme el trabajo de borradores y de poner en limpio los despachos. De aquí en adelante han de ser forzosamente muy concisas estas cartas.

Visité un pueblo pamue. Nos miran con desconfianza y el aspecto de los indígenas es de lo más feroz que puede verse. Van casi desnudos, cubiertos con pieles de leopardo.

Son antropófagos, es decir se comen al enemigo muerto en el combate …pero tratándolos bien, y sobre todo, llevando escolta con armas de precisión y tiro rápido cuyos efectos conocen y temen, no creo que se metan con nosotros.

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